Durante la campaña presidencial de 2022, numerosos rumores inundaron los medios de comunicación, sugiriendo que Colombia estaba al borde de ser dominada por el socialismo, el marxismo y el llamado “Castrochavismo” en caso de que el candidato izquierdista y progresista Gustavo Petro ganara. Sin embargo, hoy, 11 meses después de asumir el cargo, la realidad es muy diferente. Ahora podemos afirmar con confianza que estas afirmaciones eran propaganda infundada creada por los medios de comunicación del establishment, controlados por las personas más ricas del país, que tradicionalmente se han alineado con gobiernos de derecha que han gobernado Colombia durante varias décadas.
Fitch y Moody’s mantienen las calificaciones de inversión de Colombia
Uno de los indicadores más sólidos de que el entorno empresarial en Colombia no se ha visto afectado por el cambio de ideología en el gobierno es el hecho de que Fitch y Moody’s han mantenido las calificaciones de inversión de Colombia. A pesar de tener solo 11 meses bajo el nuevo gobierno, estas dos agencias de calificación han confirmado que Colombia mantendrá su calificación de BB+ con una perspectiva estable. Esto se atribuye a las prácticas macroeconómicas saludables del país y al respeto por las reglas fiscales.
El peso colombiano recupera valor
Durante el primer semestre de 2023, el peso colombiano ha mostrado en general un comportamiento positivo frente al dólar estadounidense. Al comienzo de 2023, la Tasa Representativa del Mercado (TRM) del dólar en Colombia se situaba en 4.810,20 pesos, cerca de la marca de los 5.000 pesos. A partir del 1 de julio, el tipo de cambio cotiza el dólar a 4.177,58 pesos. Esto indica que la moneda estadounidense ha depreciado 632,62 pesos hasta ahora este año, lo que representa una variación negativa del 13,15%.
Este giro de los acontecimientos es inesperado, ya que las mismas fuentes que profetizaban la llegada del socialismo y el marxismo a Colombia también pronosticaban que el peso colombiano alcanzaría los 6.000 o incluso 8.000 pesos. Este pronóstico apocalíptico ha demostrado ser completamente falso.
Disminución de la inflación
Colombia experimentó una inflación creciente desde enero de 2021, pero en los últimos tres meses ha habido una tendencia a la baja. En mayo de 2023, la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se situó en el 12,36%, con una variación mensual del 0,43%.
En comparación con abril, la cifra anual bajó al 12,82%, mientras que la variación mensual disminuyó al 0,78%. Al retroceder aún más, el informe de marzo indicó una inflación del 13,34% con una variación mensual del 1,05%.
Disminución del desempleo
La tasa de desempleo en Colombia en mayo de 2023 fue del 10,5%, frente al 10,7% en abril. Esto significa que en mayo de este año había 2,6 millones de personas desempleadas y 14,2 millones de personas fuera de la fuerza laboral. Si bien estos números pueden no parecer significativos desde una perspectiva general, considerando las narrativas maliciosas que predecían un colapso total para Colombia, queda claro que la amenaza marxista nunca fue una posibilidad.
Una nueva diplomacia valiente
Tradicionalmente considerado un actor secundario en el escenario internacional, Colombia bajo el presidente Gustavo Petro ha surgido como una figura internacional prominente, promoviendo una agenda ambiciosa y relevante a nivel mundial, especialmente en relación al cambio climático. Ha sido recibido con honores en visitas a países poderosos y ha mantenido reuniones con líderes influyentes. Desde su elección, representantes de la administración Biden han visitado Bogotá, y se realizó una visita oficial a la Casa Blanca, donde se comprometieron $200 millones para la protección de la selva amazónica.
El presidente Petro también ha visitado países como Alemania, España, Francia y Brasil, asistiendo a conferencias como el Foro Económico Mundial en Davos y la COP, donde fue recibido con calidez por líderes respetados. Países como el Reino Unido también han manifestado interés en invertir en el desarrollo de Colombia.
A pesar de los continuos esfuerzos de los medios de comunicación tradicionales en Colombia para promover narrativas dañinas y falsas con el objetivo de desacreditar al nuevo gobierno, la historia está demostrando rápidamente que la mayoría de estas supuestas amenazas son simplemente campañas de propaganda impulsadas por la derecha, que ha estado estrechamente asociada con la corrupción y los grupos paramilitares. Hasta ahora, es evidente que los negocios en Colombia continúan prosperando, incluso cuando el gobierno implementa profundas reformas sociales, que los poderes conservadores pueden exagerar y tergiversar.
