Las últimas dos semanas han demostrado un cambio notable en la diplomacia colombiana bajo el presidente Gustavo Petro. La nación ha estado al frente de las interacciones con las principales potencias mundiales, China y EE.UU., mostrando un acto de equilibrio estratégico en la geopolítica global.
Múltiples Acuerdos para una Cooperación a Gran Escala con China
En una visita oficial a Pekín, el presidente Petro aseguró 12 acuerdos con China, marcando una partida de la tradicional estrecha alineación de Colombia con EE.UU. Estos acuerdos abarcaban salud, agricultura, economía digital, medios de comunicación y apoyo para los procesos post-conflicto, indicativos de una asociación multifacética. La firma tuvo lugar el 25 de octubre de 2023 e incluyó protocolos sanitarios para la exportación de carne, banano, quinua y aguacate colombianos a China, que se espera comience en 2024. Además, hubo un enfoque en intercambios científicos, comercio, cooperación económica y colaboración cultural, con ambas naciones comprometiéndose a reforzar la cooperación agrícola y la colaboración educativa para 2023-2028.
La visita ha sido elogiada por el embajador de China en Colombia como “un éxito total”, marcando el comienzo de una nueva etapa en las relaciones bilaterales. Notablemente, China dio la bienvenida a Colombia a su Iniciativa de la Franja y la Ruta, un movimiento que promete mejorar el comercio, las alianzas de medios públicos y la cooperación económica digital. Esta inclusión promete un compromiso económico significativo, con la iniciativa ya involucrando a más de 150 países y con inversiones sustanciales que han creado empleos y reducido la pobreza.
Una Relación Refrescada con el Gran Hermano
Días después de la visita a China, el presidente Petro fue recibido por el presidente Joe Biden en Washington. Su diálogo, aunque reconociendo perspectivas diferentes en temas como el genocidio en curso en Palestina, encontró puntos en común en cambio climático, libre comercio y enfoques de políticas de drogas. Durante esta visita, la agenda del presidente Petro se centró en oportunidades económicas sostenibles, alineándose con la iniciativa Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), orientada a la integración económica y la creación de empleo.
En una reunión crítica celebrada el 3 de noviembre, Petro instó al presidente Biden a actuar para detener las bajas civiles en Gaza, articulando una postura contra la perpetuación de la violencia y el fracaso de las políticas de seguridad basadas únicamente en la acción militar. Este discurso subraya la defensa de Colombia por la paz y la adhesión al derecho internacional.
Una Nueva Propuesta Audaz: Deuda por Acción Climática
Una propuesta innovadora ha surgido de las discusiones entre Colombia y EE.UU.: un canje de deuda por acción climática. El presidente Biden ha anunciado un fondo conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para esta iniciativa, señalando un compromiso con la lucha contra el cambio climático a través de mecanismos financieros innovadores. El BID ya ha asignado 73,5 millones de dólares para apoyar la transición energética de Colombia y el plan de contención de la deforestación en la Amazonía. Este movimiento se alinea con la visión más amplia del presidente Petro, que ha recibido respuestas positivas del gobierno de EE.UU. y se espera que sea propuesta al Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte de la lucha global contra el cambio climático.
Estos desarrollos marcan un momento crucial para la diplomacia colombiana, posicionándola como un jugador significativo en el paisaje geopolítico y ambiental, defendiendo el nuevo discurso del sur global y navegando efectivamente las complejas dinámicas entre las dos superpotencias.