Fitch Ratings ha reafirmado la calificación de la deuda a largo plazo en moneda extranjera de Colombia en ‘BB+’, con una perspectiva estable. Este anuncio, realizado el 7 de diciembre de 2023, refleja la solidez de los fundamentos crediticios de Colombia, caracterizados por un historial de estabilidad macroeconómica y financiera. A pesar de los desafíos fiscales continuos y la dependencia de las materias primas, Colombia mantiene un entorno propicio para la inversión.
La calificación también toma en cuenta el camino incierto de las reformas propuestas por el presidente Gustavo Petro. A pesar de la disminución en su popularidad y los desafíos políticos, las reformas en salud y pensiones siguen avanzando en el congreso. Estas reformas incluyen cambios en las contribuciones al sistema público de pensiones y mejoras en la eficiencia del sistema de salud, especialmente en áreas rurales.
La economía colombiana, aunque enfrenta una desaceleración con un crecimiento proyectado de solo el 1.1% en 2023, muestra signos de recuperación hacia la segunda mitad de 2024. La inflación, aunque alta, se espera que disminuya gradualmente, permitiendo posibles recortes en las tasas de interés a finales de 2023.
En términos fiscales, se estima un déficit del gobierno central del 4.3% del PIB en 2023, una mejora en comparación con el 5.3% en 2022. Sin embargo, se proyecta un aumento en el déficit para 2024. La deuda del gobierno general se espera que disminuya en 2023 a un 52% del PIB, alineándose con la mediana de la categoría ‘BB’.
La cuenta corriente muestra una mejora significativa en 2023, y se espera que la inversión extranjera directa se mantenga resiliente. A pesar de las incertidumbres políticas, Colombia ha demostrado una capacidad notable para atraer inversiones.
Este análisis de Fitch refleja que, a pesar de la guerra mediática y los rumores sobre una posible debacle económica bajo un gobierno de tendencia izquierdista, la confianza de los inversores en Colombia se mantiene firme. La calificación de ‘BB+’ con perspectiva estable es un testimonio de la resiliencia económica del país y desmiente los temores infundados de un colapso económico comunista. La estabilidad macroeconómica y la continuidad de las reformas clave son fundamentales para mantener y fortalecer esta confianza en el futuro.